El crecimiento económico mundial para el 2018 apunta al 3,1% según el Banco Mundial (BM). Básicamente, por la recuperación de la inversión, la manufactura y el comercio. También, porque las economías en desarrollo que exportan productos básicos, serán beneficiadas con el incremento de sus precios.
Sin embargo, advierte que se trata de una mejora a corto plazo. Mientras que, a largo plazo, la desaceleración del crecimiento arriesga los avances en nivel de vida y en reducción de pobreza. Todo ello de acuerdo al informe del Banco Mundial emitido en enero de 2018.
De igual forma, esta instancia financiera plantea que se espera un crecimiento moderado de 2,2 % en las economías avanzadas. Mientras que en los mercados emergentes y en las economías en desarrollo, el crecimiento podrá alcanzar hasta un 4,5%. Por tanto, puede apreciarse la importante contribución de éstos últimos al crecimiento económico mundial promedio.
Citando al presidente del Grupo BM, esta recuperación del crecimiento económico mundial, es una excelente oportunidad para invertir en capital físico y humano. De esta manera, si los países dirigen sus esfuerzos hacia estas inversiones clave incrementarán su productividad. También podrán impulsar el aumento de la fuerza laboral y aproximarse al objetivo de erradicar la extrema pobreza, fomentando la prosperidad compartida.
Para impulsar el potencial crecimiento económico mundial deben realizarse reformas que promuevan una educación y salud de calidad. Al mismo tiempo que, mejoren los servicios de la infraestructura en general. No obstante, dichas reformas podrían encontrar cierta resistencia de algunos grupos poderosos en el ambiente político. Por lo tanto, es vitalmente importante información transparente sobre los beneficios que estas generarán para el desarrollo.
Estimaciones del crecimiento económico mundial por regiones:
- Asia Oriental y el Pacífico.
Los pronósticos señalan que esta región presentará en 2018 un crecimiento ligeramente inferior al del 2017, pasando de 6,4% a 6,2%. Principalmente, se afirma que la desaceleración de China está afectando el repunte modesto y cíclico del resto de la región. Sin embargo, se espera que en China el crecimiento se modere respecto al 2017.
- Europa y Asia Central.
El crecimiento esperado para la región será menor que el de 2017, bajando del 3,7% al 2,9%. Se estima que la disminución de los precios petroleros y el aumento de la incertidumbre puedan causar un crecimiento menor.
- América Latina y el Caribe.
Según los estimados, la región crecerá un 2% en 2018, representando un considerable aumento respecto del 0,9% del 2017. Los países que asoman una expansión económica son Brasil y México. Sin embargo, los siguientes factores podrían desviar el curso de ese crecimiento esperado, entre ellos se mencionan:
- El incremento del proteccionismo comercial de los Estados Unidos de Norte América.
- La incertidumbre normativa.
- Los desastres naturales.
- El mayor deterioro de las condiciones fiscales de los países.
- Oriente Medio y África del Norte.
Se estima que el crecimiento en esta área pase de 1,8% en 2017 al 3% en 2018. Entre los aspectos que permitirán este escenario se cuentan:
- Que las reformas sean impulsadas por la región.
- La atenuación de las limitaciones fiscales en la medida que se afirmen los precios del petróleo.
- El aumento del turismo, que respalde el crecimiento de aquellas economías que no dependen de las exportaciones de petróleo.
Sin embargo, si persisten los conflictos geopolíticos y la baja en los precios del petróleo, la expansión económica se verá frenada.
- Asia meridional.
Las proyecciones para esta región señalan que el crecimiento será de un 6,9% en 2018, comparado con 6,5% en 2017. Lo que será posible si se mantiene firme el consumo, si las exportaciones se recuperan y si las inversiones se reactivan. Por otro lado, el crecimiento puede verse desacelerado por el posible fracaso de los esfuerzos de reforma. Igualmente, por los desastres naturales o por el incremento de la volatilidad financiera global.
Mención especial presenta India que tendrá un crecimiento del 7,3% contra el índice anterior de 6,7%.
- África (al sur de Sahara).
El crecimiento económico avanzará de un 2,4% en 2017 a 3,2% en 2018. Esencialmente, un crecimiento sólido se logrará dependiendo de la afirmación de los precios de los productos básicos más reformas adecuadas.
Entre los elementos que pueden frenar el crecimiento se cuentan:
- Un incremento de las tasas de interés internacionales mayor al previsto.
- Una probable caída en los precios de los productos básicos.
- Ausencia de medidas adecuadas que permitan la mejora de la dinámica del endeudamiento.
Por otra parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estima para el 2018 un crecimiento económico mundial de 3%. Obviamente, muy cercano al estimado del BM. Igualmente, plantea que ese crecimiento será sostenido en los dos años siguientes, es decir, en 2019 y 2020. De igual modo, señalan que este crecimiento obedece a la mitigación de las fragilidades y adversos efectos de la crisis.
Adicionalmente, el reporte de la ONU indica que el crecimiento económico mundial es generalizado. De hecho, el 66% de los países mostraron incrementos del Producto Interno Bruto (PIB), mayores a los del año anterior.
De la misma manera, reconocidos analistas indican que el crecimiento económico mundial estará por debajo del 4%. Por tanto, este señalamiento refuerza los planteamientos del BM y de la ONU. Igualmente, coinciden en que los beneficios económicos de los últimos años siguen presentando una desigual distribución entre regiones y países. Además, en numerosas partes del mundo todavía sigue sin lograse que la economía crezca de nuevo de manera pujante.
El crecimiento económico mundial y los riesgos para el 2018
Entre los principales riesgos que la evolución económica mundial enfrentará se mencionan los siguientes:
- Posible endurecimiento de las condiciones internacionales de financiamiento de manera abrupta. El peligro está en un probable aumento de la inflación en las economías más avanzadas.
- El rápido reajuste en los mercados bursátiles.
- El incremento de las restricciones al comercio. Básicamente, este riesgo se ha incrementado por las acciones proteccionistas de algunas economías importantes como los Estados Unidos.
- El aumento de la incertidumbre en cuanto a la política económica. De esta manera, las decisiones de inversión pueden ser afectadas por cambios drásticos en el manejo de la economía.
- El aumento de las tensiones geopolíticas. Por ejemplo, cualquier agravamiento de las tensiones en la península coreana o en el Medio Oriente, pueden socavar la confianza, perjudicando la actividad económica.
- La caída en el crecimiento de la Productividad.
- El aumento en los altos niveles de endeudamiento del sector privado, así como de los países en numerosas partes del mundo.
- El dilema moral. Por tanto, las empresas tienen que enfocarse más en el bien común que en los dividendos de los accionistas.
- El cambio climático. Se trata de uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el crecimiento económico mundial. Indudablemente, fenómenos o eventos derivados del cambio climático pueden dejar a más de 122 millones de personas en extrema pobreza. Entre estos eventos se cuentan los desastres naturales, el calentamiento global, la contaminación y la escasez de agua.
- La creciente desigualdad de ingresos y la polarización de la sociedad son efectos adversos de la globalización.
- La disminución de la confianza en la democracia, la cual ha generado una cultura que se basa en privilegios. En consecuencia, transforma las diferencias en desigualdades.
- Las crisis propias del multilateralismo. Esto incluye a los tratados o acuerdos de libre comercio y los foros de cooperación económica. También, se mencionan los organismos como la ONU y la OEA (Organización de Estados Americanos).
- El desigual impacto de la disrupción tecnológica. Se estima en más de 40% la proporción de la humanidad que aún se encuentra desconectada. Es decir, no tiene voz en la economía digital.
Resumiendo, puede decirse que el concierto de naciones a nivel mundial realiza grandes esfuerzos para promover e impulsar el crecimiento económico mundial. Sin embargo, también es cierto que son muchos los riesgos que tiene que salvar para alcanzar tan encomiable labor.