Hay quienes suponen que por tener un nicho de mercado bien definido tienen el éxito asegurado a la hora de plantearse un desarrollo web. Pero como cualquier otro negocio hay que procurar los recursos que sustenten su viabilidad en el tiempo. Los ingresos 2.0 han representado todo un reto tanto para potenciales anunciantes como para las plataformas tecnológicas.
Los modelos de negocio han sufrido transformaciones en la era digital. Pero la publicidad sigue siendo la primera opción a considerar para obtener ingresos que soporten las páginas web.
De todos los métodos utilizados para la consecución de ingresos 2.0, la publicidad salta a la palestra. Se trata de lo primero que las agencias de publicidad y presupuestos de anunciantes ponen en sus agendas.
La inversión en publicidad online es creciente y una de las razones que explica este comportamiento es que permite ofrecer resultados de manera inmediata. Tal cual lo recogen estudios sobre la materia. Pero ¿pueden todos aquellos que busquen posicionarse en Internet garantizar ingresos por esta vía?
Los potenciales clientes se aseguran de tener toda la información disponible del sitio web antes de decidir hacer la inversión. El alcance y efectividad del anunciante estará determinada por una importante base de usuarios de la página. El tráfico que tenga es un elemento a considerar por quien quiera publicar avisos.
Interacción publicitaria
En la era digital la competencia es amplia, y las formas de lograr ingresos 2.0 se han diversificado. La diferencia o ventaja en relación a las piezas publicitarias tradicionales es que Internet permite la introducción de formatos interactivos.
Al igual que a la manera convencional, se cobra según el tamaño, ubicación y tiempo de exposición. ¿Lo nuevo? La cantidad de clics que se le hace y por lo cual también se cobra.
Los ciudadanos, hoy están más tiempo conectados a plataformas digitales, por lo que es más probable que en algún momento se vean tentados a chequear la publicidad de su interés.
Existen distintos formatos para generar ingresos 2.0, pero la mayoría de las páginas web incluyen publicidad para poder sobrevivir.
Dependiendo del modelo de negocio, la suscripción es una vía para monetizar el esfuerzo. Este es un formato válido para portales de noticias que ofrecen contenidos exclusivos por el que se debe pagar. Aunque deben competir con contenidos gratis en la red. La peridiocidad la fija el productor de la información pudiendo ser trimestral, semestral o anual.
Otra vía de ingresos 2.0 son los banners que llevan mediante un enlace a un sitio web predeterminado por el anunciante o a una campaña puntual. Estos banners pueden contener video, audio o algún recurso multimedia.
Los grandes motores de búsqueda de Internet reconocen el peso de la publicidad en el negocio 2.0. Por ello apuestan, bajo sus propios esquemas, a incorporar avisos muchas veces disruptivos. Es un formato al que cada vez se pliegan más páginas web, para contar con alguna entrada de dinero.
Una página bien posicionada en el mercado puede recibir propuestas de publirreportajes. Es decir, alguna firma pide que se haga una reseña de algún producto a cambio de un pago. Aunque algunos medios informativos ven esto con recelo, terminan aceptado por representar un ingreso 2.0 que les garantiza su operatividad. En blogs personales es común observar este tipo de publicidad.
Los sitios web especializados pueden contar con publicidad relacionada con el área que exploran. Independientemente del tráfico, los anunciantes pueden estar apuntando a un público cautivo en un nicho específico y tratar de vender productos. Las comisiones por ventas terminan siendo lo atractivo en este tipo de modelo.
Comercio electrónico
Por definición, el comercio electrónico en sí mismo comporta un ingreso 2.0, ya que se trata de ventas en línea de productos físicos que se deben entregar a clientes.
La rentabilidad dependerá de la capacidad de gestionar la venta de la que se trate. Es decir, si se trata de marcas reconocidas o no y de su precio. Estos catálogos de venta normalmente están bien posicionados en motores de búsqueda.
El comercio electrónico suma nuevos actores cada día. Es un negocio al que muchos apuestan y sobre todo emprendedores que quieren aprovechar el auge y alcance de la red para promocionar y colocar sus bienes o servicios fuera de sus propias fronteras.
En estos casos es importante desarrollar una relación personalizada y de confianza. A partir de la cual dar a conocer la marca/blog y crear una comunidad de clientes que garanticen ingresos 2.0 y la viabilidad del modelo de negocio.
Pero la web permite también llevar servicios tradicionales a cualquier parte del mundo. En este ámbito se mueven los trabajadores del conocimiento que se valen de Internet para complementar sus actividades profesionales con ingresos 2.0. Pero también hay empresas que nacieron bajo el formato electrónico para ofrecer servicios a terceros, por tanto, generan ingresos 2.0, como las que ofrecen cursos online.
Servicios en la era de ingresos 2.0
Otros profesionales han visto el alcance de esta plataforma y de manera independiente crean su propio blog para ofrecer sus servicios. Sin necesidad de contratar o convertirse en un experto de la publicidad, cada quien canaliza sus esfuerzos para vender lo que mejor sabe hacer.
Sin embargo, hay quienes prefieren entablar relaciones de confianza con potenciales clientes vía Internet y evaluar sus requerimientos para presentar una propuesta sin contar con un sitio web de apoyo. Es lo que se llama modelo offline, pero que genera ingresos 2.0 por acordarse y concretarse vía online.
En esta categoría encajan quienes forman parte de la economía gig o economía colaborativa.
Una alternativa a considerar, aunque no tan habitual para la obtención de ingresos 2.0, son las de donaciones. Estos son recursos que se otorgan a un desarrollo o arranque de un proyecto con fines altruistas.
Existen proyectos que han podido materializarse gracias al crowdfunding o financiamiento colectivo online. Es un mecanismo colaborativo de financiación que ha sido utilizado para proyectos tan diversos en el plano cultural como recabar dinero para hacer una película. También con fines benéficos para recoger fondos para tratamientos médicos o con otro fin como la creación de empresas.
Cada vez más la economía mundial se mueve hacia la web y hay que aprovechar estos espacios para no perder la oportunidad de generar ingresos 2.0. Incluso con modelos de negocio de alcance global.