En épocas pasadas cuando se pensaba en el trabajo, surgía un concepto que lo definía como una actividad que realiza el hombre usando sus capacidades, para de esta forma sobrevivir, la persona trabajadora al ejercerlo se dignifica y ennoblece.
En las escuelas por años a los niños se les condicionó a aprender de una forma donde el conocimiento era una información que debían memorizar y acumular por años. Luego al crecer ya estaban capacitados para ejercer un oficio o una profesión.
La cultura de empleo era laborar en la misma empresa la mayor parte de su vida, para luego jubilarse y vivir de una pensión o de los ahorros que pudo acumular el trabajador.
Este modelo ha cambiado con el tiempo y se escuchan palabras como Emprendimiento, ésta se origina del fránces «entrepreneur» que en español significa «pionero». El emprendimiento es la iniciativa que puede tener un individuo, para desarrollar una idea o un negocio que le permita generar ingresos para tener acceso a una mejor calidad de vida.
Jeffrey Timmons en su libro La Mente Emprendedora, establecía que el emprendimiento significa ejecutar acciones con creatividad, sin necesidad de tener gran cantidad de recursos financieros, convirtiendo las ideas en oportunidades, imprimiendo visión de negocios y suficiente compromiso para lograr los objetivos planteados a pesar de los riesgos.
Durante la historia el hombre siempre aplicó el emprendimiento para poder sobrevivir, en diversas oportunidades surgía alguna persona que tenía una idea y esta se convertía en el invento del siglo. Sin estos emprendedores no tuviéramos electricidad, vehículos que nos trasladan, rascacielos construidos con acero y la tecnología informática para interconectar al mundo por nombrar algunos casos.
Ahora bien, los modelos educativos se han transformado, en las escuelas y universidades se fomenta la capacitación hacia el emprendimiento, a desarrollar una idea, a experimentar, a dilucidar como llevarla a la práctica para beneficiar a un colectivo.
Los emprendedores empresariales del futuro, son aquellos que ya no tendrán su capacidad inventiva limitada, no serán los empleados, sino los empleadores, los líderes que inspirarán a sus colaboradores a formar parte de proyectos innovadores. Hoy en día ver a jóvenes universitarios crear aplicaciones para teléfonos móviles, trabajar sobre productos que se pueden crear sobre la base de impresoras 3D y ser mineros digitales de Criptomonedas a través del Blockchain, son algunos ejemplos de cómo ha evolucionado la actividad laboral.
Al mismo tiempo, para que el emprendimiento lleve a estos nuevos empresarios por el camino del éxito, deben analizar el método de trabajo a seguir para garantizarle el triunfo y no entrar en la lista de los emprendedores que fracasaron en su primer intento.
Mentalidad hacia el éxito
Un futuro empresario que no tenga fe en su proyecto, sea pesimista y no tenga confianza en la nueva actividad que desea iniciar, encontrará la ruta directa hacia el fracaso. Iniciar un negocio implica conocer los riesgos y adaptarse a esas situaciones difíciles, aprender de los errores y reconducirlos para mejorar. Nunca un emprendedor se deja vencer muy pronto.
Enfocarse en la idea
Jeffrey Timmons plantea que una oportunidad no es una idea. Una idea bien desarrollada, estructurada y concebida puede ser una gran oportunidad de negocio. Para establecer una nueva empresa se debe tomar en cuenta el tamaño del mercado, a quién va dirigido, los costos, los márgenes de ganancias, qué ventajas se tendrán ante los competidores, qué obstáculos pueden impedir el crecimiento. Todo esto es lo que se conoce como un Plan de Negocios. Si el nuevo empresario no tiene claramente definidos los objetivos y las estrategias para conseguirlos, se le hará muy cuesta arriba iniciar su negocio, permanecer en el tiempo y crecer como organización.
Solo o Acompañado
El nuevo emprendedor debe analizar si tiene las capacidades gerenciales y económicas para iniciar su proyecto de manera independiente o si necesita la colaboración de socios en una cooperativa o compañía anónima.
Capacitarse
La capacitación influirá positivamente en el emprendedor y su equipo de trabajo. Para obtener el tan anhelado éxito se debe conocer los aspectos fundamentales financieros de un negocio, las bases del liderazgo positivo y las nuevas tecnologías informáticas que pudieran fortalecer, promocionar y automatizar las operaciones del negocio.
Dedicar suficiente tiempo
Muchos nuevos emprendedores cometen el gran error de no dedicar el tiempo necesario a su proyecto, esto demuestra falta de compromiso. Para el logro de los objetivos planteados se requiere dedicación exclusiva al negocio, al menos los seis primeros meses del inicio de las operaciones.
Tener una visión estrecha de la inversión
Hay casos donde emprendedores con una visión estrecha de la inversión, caen con frecuencia en actividades de ahorro extremo, en los ejes fundamentales del desarrollo del negocio. Invertir apropiadamente no debe verse como un gasto, economizar en aspectos que son primordiales para el proyecto, ocasiona que el emprendedor en poco tiempo pague un alto costo porque perderá dinero.
Conformar el equipo de trabajo
Conformar el equipo de trabajo es una de las bases fundamentales del negocio naciente porque, la mayoría de los desaciertos que se cometen en una empresa se debe a que cuentan con un personal sin las aptitudes y capacidades necesarias para enfrentar un proyecto emprendedor.
Otro aspecto que se debe analizar es delimitar bien las funciones y responsabilidades de los socios fundadores y su equipo de trabajo, de acuerdo al perfil del cargo que se les haya asignado.
Seguidamente, entre las cualidades que deben poseer los líderes del proyecto se encuentran: capacidad de liderazgo de acompañamiento y no controlador, estar dispuestos a enseñar de manera oportuna pero, orientados también al aprendizaje, tener capacidades para adaptarse a los cambios y a los momentos críticos por los cuales pudiera pasar la empresa, poseer ética, moral, integridad y honestidad para generar confianza entre sus colaboradores y fomentar la cultura de emprendimiento en la empresa.
En segundo lugar los colaboradores que conformarán el equipo de trabajo deben ser personas primeramente inteligentes emocionalmente, con habilidades y capacidades para ejercer las labores asignadas de acuerdo al perfil del cargo para el cual fueron contratados, comprometidos con la empresa, con sentido de pertenencia, con cultura de calidad y excelencia, con gran capacidad para la comunicación, dinámicos, proactivos, innovadores, con destrezas para adaptarse a los cambios y empáticos.
Para concluir, emprender un nuevo negocio no es tarea fácil y hay que recorrer un camino lleno de dificultades, lo importante es no dejarse llevar por el miedo a lo desconocido y confiar en las capacidades que se tienen y poner todo el entusiasmo en una idea que se convertirá en una oportunidad para beneficiar a una sociedad.
Referencias Referencias
Timmons, Jeffrey (1989). La Mente Emprendedora. Estados Unidos. Brick House Pub Co.