En América Latina han venido concertándose varios acuerdos de cooperación energética. De tal manera que los mismos abordan los ámbitos del petróleo, gas y electricidad, incluyendo la compatibilidad entre estos. Todo ello con miras a la integración energética regional.
De igual forma, desde los noventas, se ha estado promoviendo la cooperación energética hemisférica, destacando el papel de Latinoamérica y el Caribe en dicho proyecto.
Son varias las iniciativas regionales de cooperación energética, entre las que se mencionan PETROCARIBE, PETROANDINA, y PETROSUR. Igualmente, existe el programa de integración Mesoamericana impulsado por México. Tal es el caso de los acuerdos de suministro de petróleo con la participación de México y Venezuela, el acuerdo de San José (1980).
Asimismo, están el acuerdo energético de Caracas y el convenio integral de cooperación con Cuba. Vigentes desde el año 2000.
Además, se han manejado los proyectos del “Anillo energético del Caribe” y «Cono Energético”. Este último comprende gasoductos en el Caribe, Colombia, Panamá y Venezuela. También, se planteó el cono energético de los Andes y del Sur, que vinculan a Argentina, Brasil, Perú y Chile. Sin embargo, el factor determinante para realizar estos proyectos es el alto costo económico y ambiental.
Primeramente, por el largo plazo de ejecución y por los daños ecológicos que pueden generar un ecocidio en la región amazónica.
Adicionalmente, parte del obstáculo para materializar esos proyectos, está en que requieren recursos en cuantiosas proporciones. Por lo que necesitan de enormes cantidades de recursos humanos, materiales y tecnológicos. Esencialmente, debido a las asimetrías en Latinoamérica, se hace cuesta arriba satisfacerlos para lograr la anhelada cooperación energética.
Por otra parte, también están los acuerdos de cooperación energética manejados dentro de los convenios de integración Centroamericana, la Comunidad Andina, el Mercosur y la ALADI.
Merece mención especial, el hecho de que el 90% de las fuentes de energía provienen de utilizar combustibles fósiles no renovables. Básicamente, se trata del petróleo, el carbón y el gas natural. Especialmente, se destaca que la mayor parte de las exportaciones petroleras latinoamericanas son destinadas al mismo continente americano. Por ejemplo, América Central y el Caribe son surtidos por petróleo de Venezuela y México. De igual forma, Argentina le suministra crudo a Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil. Por su parte, Perú resuelve su déficit comprando crudo a Ecuador y a Colombia.
PETROCARIBE, es creada en junio de 2008 por iniciativa del gobierno de Venezuela para ese entonces. De esta manera, su objetivo central es solventar las asimetrías energéticas existentes en la región. Es decir, se planteó principalmente el tema de la cooperación energética en Latinoamérica.
De modo que este convenio contribuiría a la seguridad energética regional, mediante el diseño y ejecución de proyectos conjuntos. Todo ello para crear infraestructura adecuada. Con la intención de procesar, transportar, almacenar y distribuir petróleo, electricidad, gas, energías renovables y otras alternativas.
Por otra parte, se crea PETROAMÉRICA que orientada geopolíticamente, buscaba establecer mecanismos de cooperación energética de América Latina y el Caribe. De este modo, este proyecto confluiría con las iniciativas regionales PETROCARIBE, PETROSUR Y PETROANDINA. Sin embargo, estas iniciativas regionales decayeron por varias razones además de la pérdida del liderazgo político deVenezuela.
En primer lugar, por la baja en los precios del crudo, así como la deficiente gestión de la industria petrolera venezolana. En segundo lugar, el factor ideológico prevaleciente sin considerar que son inversiones a largo plazo, por encima de intereses partidistas.
Sin duda alguna, Venezuela logró ese liderazgo producto del alto ingreso petrolero que venía ostentando y que no gerenció políticamente. Además, el panorama regional en cuanto a reservas probadas de petróleo, también colocó a Venezuela en una posición privilegiada. Es decir, contaba con 62% de esas reservas y 25% de la producción a nivel regional. Además del 58% que tiene en reservas de gas de la región.
América Latina y el Caribe producen 10,2 millones de barriles diarios de crudo, y consume 6,4 mbd. Esencialmente esto significa que como región tiene un alto potencial exportador. De igual forma, el consumo regional de crudo sólo representa el 8,4% del total mundial.
Especialmente, los Estados Unidos (EEUU) absorbe la mayor parte del excedente producido en esta área. Principalmente de Venezuela y México. Así mismo, estos dos países conforman más del 80% de las exportaciones de dicha región. Por lo que ocupan el tercero y cuarto lugar como los proveedores mundiales y principales de crudo a los EEUU.
Ya mencionado antes, dentro de las iniciativas regionales para la integración del hemisferio occidental surgió PETROAMERICA. Aunque contempla la cooperación energética de Latinoamérica y el Caribe, está integrada al resto del hemisferio. Esto, como una especie de corredores internacionales de interconexión de redes de energía. En este sentido, ya Norteamérica ha hecho intentos de apoyo mutuo en materia energética, más no en una verdadera integración.
Por tanto, no existe un mercado común de energía.
Con la creación de PETROAMERICA, en la declaración de Caracas en 2005, se plantearon los siguientes objetivos:
- PETROAMERICA debe ser un habilitador geopolítico fundamentado en la identificación de mecanismos de cooperación e integración energética. Por lo que, será la base para mejorar la socio economía de sus pueblos.
- Busca ser un acuerdo multilateral para coordinar políticas energéticas. Esto con el objeto de procurar la integración regional.
- Visualizar e identificar las complementariedades. De esta manera se podrán aprovechar potenciales energéticos y los beneficios de los intercambios. Igualmente, podrán solventarse las asimetrías energéticas, económicas y sociales de la región.
Principales acuerdos de la iniciativa PETROAMERICA
Con el objetivo de materializar la cooperación energética de los países de la región, fueron planteados los siguientes principios:
- La cooperación y complementación entre los países de Suramérica.
- El derecho soberano de cada nación a establecer los criterios que aseguran el desarrollo sustentable. Especialmente, en la utilización de los recursos naturales renovables y no renovables. También, para administrar la tasa de explotación de los últimos.
- La integración de la región busca la complementariedad de los países en el uso equilibrado de los recursos. Para impulsar el desarrollo de sus pueblos.
- El respeto a los modos de propiedad que utiliza cada estado para el desarrollo de sus recursos energéticos.
La región de Latinoamérica y el Caribe ha mostrado significativos avances en materia de cooperación energética. Sin embargo, a pesar de su enorme potencial en esta área, aún sigue enfrentando serios desafíos para asegurarse el suministro energético.
Esencialmente prevalece el criterio o principio del “derecho soberano de los pueblos”. Pero bajo un enfoque ideológico muy particular de su promotor, para ese momento. Con ello se le resta importancia al sector privado de la industria petrolera y energética, así como a los demás sectores de servicios.
Sin embargo la cooperación energética ofrece una ruta segura para empujar el desarrollo de las naciones Latinoamericanas. Son muchas las empresas pequeñas y medianas que han aprovechado este sector para impulsar su crecimiento. Y sin duda serán más las que en los próximos años encuentren formas creativas para abrirse camino en este mercado.