Desde hace millones de años el hombre para sobrevivir debió aprender a utilizar todas sus potencialidades para proveerse de alimento, vestido, vivienda, herramientas, etcétera. y una forma de hacerlo fue a través del trabajo.
El trabajo es toda actividad realizada por los humanos, de acuerdo a sus capacidades y finalidades. Es una acción que dignifica y ennoblece a quien la realiza.
En algún momento, las personas realizando su trabajo han experimentado sensaciones como agotamiento y desgano, independientemente de cuanto le agrade la actividad que efectúe.
Según Herbert J. Freudenberger “Los cambios económicos, sociales, psicológicos, demográficos, políticos y ecológicos que tienen lugar en todo el mundo nos obligan a evaluar de nuevo los conceptos de trabajo, estrés y agotamiento en la población activa”.
Freudenberger fue el primer psicólogo que acuño el término “agotamiento”. A este término hay que prestarle mucha atención porque significa cansancio extremo, lo que conlleva a quedarse sin fuerzas para realizar cualquier actividad.
De acuerdo a la Asociación Americana de Psicología, si no se atienden los indicios del agotamiento el mismo puede provocar síntomas serios como ansiedad, depresión y hasta enfermedades físicas. Cuando el agotamiento se prolonga, puede ocasionar en las personas dificultades físicas y mentales que incluyen infartos al corazón, úlceras gástricas, accidentes cerebro vasculares y hasta suicidios.
Lo anteriormente descrito, desde hace tiempo está preocupando a las empresas. El tema de la salud laboral, se ha vuelto fundamental para enfrentar los problemas laborales y de productividad por lo tanto, han identificado el problema como el Síndrome de Desgaste Laboral.
En estos tiempos, ya se puede calificar al agotamiento como una forma de estrés que también va acompañado a menudo por una falta de motivación y sentimientos que le dicen al trabajador que debe terminarse esa situación.
Este síndrome de desgaste laboral ha cobrado importancia en el contexto de enfermedades no físicas, y de acuerdo a estadísticas realizadas en los Países Bajos, Reino Unido y los Estados Unidos provocan un porcentaje importante de ausentismo laboral, mal desempeño del personal, baja productividad, aumento de accidentalidad laboral y pensamientos de renunciar al trabajo.
A continuación, se presenta un caso, que pudiera estar ocurriendo en cualquier organización, donde un trabajador comienza a experimentar el Síndrome de Desgaste Laboral.
José es un contador público que es contratado en la administración pública de su ciudad. El empleo se desarrolla en un departamento de Cuentas por pagar. Este trabajo aunque se relaciona, no es el área laboral contable en el cual debería trabajar el señor José.
Sus funciones laborales en este departamento pueden ser desempeñadas por personas con nivel de estudios menor al del trabajador en cuestión, se presenta a diario sobrecarga de trabajo porque se cuenta con poco personal, adicionalmente no existe un ambiente laboral grato, hay poca motivación, el estilo de liderazgo de su jefe promueve situaciones constantes de estrés y de tensión.
Seguidamente José comienza a sufrir extenuación emocional, despersonalización y falta de realización personal. Adicionalmente el estrés ha generado en el trabajador sensación de tensión, irritabilidad y cansancio. Lo que ha ocasionado que se haya vuelto apático, escéptico e intransigente.
Padecimientos que lo llevan a pensar en renunciar, es por esto que comienza de forma virtual a enviar su currículo para buscar un empleo donde pueda sentirse mejor.
Ahora bien, para que en las empresas debido al Síndrome de Desgaste Laboral no se comiencen a experimentar problemas como ausentismo laboral, retardos, rotación de personal, reducción en el desempeño, la productividad, la calidad del trabajo y ganancias, se debe en primer lugar en reconocer el Síndrome de Degaste Laboral como una enfermedad ocupacional que pueden sufrir los trabajadores por diversas situaciones que se presentan a diario debido a debilidades en la forma de conducir la gerencia en la organización.
Considero que, para disminuir el Síndrome de Desgaste Laboral debe existir:
Un clima de buena comunicación:
La buena comunicación hace que los colaboradores se sientan cómodos dentro de la organización porque, se propician las buenas relaciones laborales en el trabajo. Al sentirse felices dentro de un clima de confianza y seguridad en la empresa, aumentaría el sentido de pertenencia lo que genera que el trabajador ayude a lograr los objetivos de la organización conformando equipos donde prevalezca la cooperación y la armonía.
Trabajo repetitivo:
Origina en el empleado una sensación de fastidio por la actividad realizada, desmotivación y agotamiento muscular por las acciones encomendadas. Se recomienda la rotación de tareas a cargos distintos ya que, ocasiona que el trabajador se oxigene y no se fatigue. Adicionalmente, diseñar adecuadamente las labores a cumplir en un puesto de trabajo, ayuda a reducir el riesgo de tares repetitivas.
Eliminar las sobrecargas laborales:
En algunos casos las compañías por la situación económica deben reducir su plantilla de empleados, ocasionando que se sobrecarguen de tareas a los colaboradores que se mantienen dentro de la organización. La excesiva asignación de responsabilidades y horarios laborales extensos expone a los trabajadores a condiciones donde aumentan sus niveles de tensión que, a la larga desencadena en enfermedades físicas. Un trabajador con exceso de trabajo no puede rendir con la calidad y eficiencia esperada.
Contexto motivador y de incentivos laborales económicos y morales:
Forjar un ambiente de trabajo caracterizado por un alto nivel de confianza, donde los empleados cooperan y colaboran, conduce a interacciones positivas en el lugar de trabajo, más altas utilidades y mayor productividad. El empleador que implementa un plan de incentivos a la larga verá esto como una inversión y no como un costo. Como resultado obtendrá empleados más motivados y dispuestos a cumplir con los retos que les establezca la organización.
Retener el Talento:
Al ocuparse de sus empleados estableciendo climas laborales apropiados, las empresas ganan, porque evitan la rotación laboral, no tienen que invertir tiempo y recursos económicos en la búsqueda, selección y capacitación de nuevos talentos, sufrir retrasos en la productividad porque falta personal o porque los nuevos contratados están aprendiendo.
Programar actividades recreativas de prevención de estrés laboral:
Programar actividades recreativas dentro del ambiente de trabajo ayuda a mantener la salud integral de los colaboradores de la organización pues, ofrece estrategias que reducen el estrés ocasionado por la fatiga laboral. Si los trabajadores están descansados, mejorará considerablemente su salud física, emocional y mental; generando aumento de la calidad de vida de las personas dentro y fuera del trabajo.
Referencias
Freudenberger, Herbert J. & Richelson, Geraldine (1980). Burnout : El alto costo de Alto Logro. Estados Unidos. Editorial
Asociación Americana de Psicología. (2013). Comprendiendo el estrés crónico.
Autora:
Gael Contreras de Pacheco
Tecnóloga en Informática
Profesora en Educación Integral, Investigadora, Redactora de Artículos
Especialista en Educación para la Gestión Comunitaria